Nutrientes y depresión una estrecha relación. Parte II Micronutrientes.

Te invito a leer la parte I de este artículo.

Hay evidencia fuerte que relaciona la deficiencia de elementos esenciales con depresión o comportamiento ansioso y efecto terapéutico de su suplementación.

• Vitaminas:

-       Complejo B: se ha encontrado asociación entre  la deficiencia de algunas vitaminas del complejo B y la depresión, así como mejoría de algunos síntomas con su suplementación. Entre ellas la B1 (tiamina) modula el rendimiento cognitivo en particular en adultos mayores,  en un estudio la suplementación con B2 (riboflavina) y B6 (piridoxina) mejoró el humor. El ácido fólico (B9) tiene un papel crítico en las vías cerebrales y su deficiencia causa síntomas depresivos. La B12 (cobalamina) también es esencial para la función neuronal, por lo que suplementación (cuando hay déficit) genera mejora en las funciones cerebrales y cognitivas de adultos mayores y mejora la función del lenguaje en personas con trastornos cognitivos.

Estudios han encontrado que específicamente el  déficit de ácido fólico, la piridoxina y la cobalamina generan mayor riesgo a trastornos del desarrollo neurológico, enfermedad psiquiátrica y la demencia.

-      Vitamina D: Un metaanálisis (herramienta estadística que sintetiza datos de una colección de estudios) en 2013 evidenció asociación entre la vitamina D y la depresión no se sabe si es relación causal (si la falta de vitamina D causa la depresión o van juntas).

• Macrominerales:

-      Magnesio: Según un metaanálisis publicado en 2013, el magnesio pareciera ser efectivo como coadyuvante en el tratamiento y prevención de la depresión pero todavía falta evidencia conclusiva.

-       Calcio: hay medicamentos antidepresivos del tipo “inhibidores de la receptación de serotonina”  los cuales se ha encontrado que pueden inhibir la absorción de calcio siendo un factor de riesgo para osteoporosis.

• Microminerales:

-     Cromo: se asocia en estudios sus niveles bajos con depresión. En adultos mayores acon principios de Alzheimer y alteración cognitiva leve, un estudio encontró mejoría en la función cognitiva cerebral al suplementar con cromo.

-     Iodo: el yodo proporcionado por la tiroides asegura el metabolismo energético de las células cerebrales.

-    Hierro: es necesario para la oxigenación y producción de energía en el parénquima cerebral, síntesis de mielina y neurotransmisores. La deficiencia de hierro causa depresión y fatiga, también se asocia al coeficiente intelectual en niños.

-    Litio: en la psiquiatría se usa como método gold standard para estabilizar el humor, por sus propiedades  antidepresivos, antimaníacos, y antisuicidas.

-    Selenio: bajos niveles se vinculan con depresión, en estudios el selenio disminuye la ansiedad y mejora el humor.

-       Zinc: protege a las células cerebrales del daño de los radicales libres (antioxidante) y bajos niveles se han asociado con depresión.

• Compuestos bioactivos (componentes de frutas y vegetales que ejercen efectos en la salud más allá de nutrirnos): Un estudio en 2013 encontró asociación entre los antioxidantes; beta carotenos, luteína y zeaxantina con la depresión, estos compuestos se encuentran en frutas y vegetales.

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