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jueves, 21 de agosto de 2014

Los edulcorantes artificiales y la posible relación con aumento de ganas de comer dulce y saboteo de las dietas.



Consumimos hoy en día mayor cantidad de  edulcorantes artificiales no calóricos y/o bajos en calorías para ayudarnos en la lucha diaria de combatir el sobrepeso y obesidad, pero que hay de cierto que este tipo de alimentos pueda producirnos más ganas de comer dulces y sabotear nuestras dietas??
 
En los Estados Unidos un estudio de consumo determinó que actualmente la sucralosa (cuya marca conocida es Splenda) es el más popular (1.500 productos), seguido por el acesulfame de potasio (1.103 productos) y aspartame (974 productos). Los edulcorantes artificiales son los más utilizados en las bebidas carbonatadas. También se encuentran en una variedad de otros productos, desde alimentos para bebés (por ejemplo, Pedialyte)  y para alimentos congelados.


Según estudios, los edulcorantes artificiales, precisamente porque son dulces, alientan deseo de azúcar y la dependencia del azúcar. La exposición repetida entrena preferencia sabor. Existe una fuerte correlación entre el consumo habitual de una persona de un sabor y su intensidad preferido para ese sabor.



Consenso de los estudios de intervención sugieren que los edulcorantes artificiales no ayudan a reducir el peso cuando se utiliza solo y que el monitoreo vigilante, la restricción calórica y el ejercicio probablemente están involucrados en la pérdida de peso observada en programas multidisciplinarios que incluyeron a los edulcorantes artificiales en reducciones de peso.


La recompensa alimentaria a nivel hipotalámico consiste en dos ramas: sensoriales y postingestiva. Con respecto a ello la hipótesis de los estudios entre los edulcorantes no calóricos y el peso es el acoplamiento inconsistente entre el sabor dulce y la falta de contenido calórico del edulcorante,  lo cual puede conducir a comer en exceso en forma de compensación y equilibrio de energía positiva. La evidencia creciente sugiere que los edulcorantes artificiales no activan las vías de recompensa de los alimentos en la misma forma que los edulcorantes naturales -> La falta de aporte calórico generalmente elimina el componente postingestivo de la recompensa alimentaria.



Por otra parte, hay estudios sobre efectos indeseables de la Splenda:
- Un estudio   arrojo que suprimía las bacterias beneficiosas a nivel intestinal en 50%, alteraba el pH inestinal y afectaba directamente la expresión de isoenzimas que son conocidos por interferir con la biodisponibilidad de fármacos y nutrientes, al afectar la flora intestinal sugieren que pudiese intevenir en la obesidad, ya que, se ha visto que la flora intestino juega un papel en mecanismo de regulación del peso.   
- Sin embargo, posteriormente un panel de expertos concluyó que este estudio no era lo suficientemente riguroso desde el punto de vista científico y que la totalidad de las evidencias sugieren que splenda (sucralosa) es seguro. 
- Otro  estudio posterior de 2013 en el Diabetes Care hecho con sujetos sensibles a la insulina evidenció que la sucralosa afecta negativamente la respuesta glicémica e insulinémica posterior a una carga oral de glucosa en obesos que no consumen edulcorantes con frecuencia.

Mis consejos para combatir este efecto de los edulcorantes y poder evitar el azúcar simple y los daños a la salud que produce, son:
  1. Tomar jugos naturales utilizando frutas maduras evitando la necesidad de colocar edulcorante, preferir la fruta entera o trozos mayormente.
  2. Utilizar la mínima cantidad de edulcorante necesario para endulzar cafés, aderezos o postres para acostumbrar al paladar a un sabor dulce ligero mas no intenso.
  3. Utilizar Stevia (edulcorante no calórico) en cualquiera de sus marcas comerciales debido a  que es extraído de una planta pasando por procesos cosecha, extracción y purificación, ciertamente se procesa, pero no sufre transformaciones químicas adicionales en su molécula a diferencia de los demás edulcorantes.
  4. Evitar el consumo de alimentos dulces “light” en exceso (jugos, bebidas carbonatadas, gelatinas listas, galletas, yogurts endulzados)  recuerda que solo la minoría está endulzado con stevia y la mayoría con aspartame, acesulfame K o  sucralosa mayormente.
  5. Comienza a ser tu propio chef creativo creando postres o snack con stevia para los momentos de mayor ansiedad.  



Referencias:
Abou-Donia MB, El-Masry EM, Abdel-Rahman AA, McLendon RE, Schiffman SS. Splenda alters gut microflora and increases intestinal p-glycoprotein and cytochrome p-450 in male rats.

 J Toxicol Environ Health A. [Revista en internet]  2008 [Citado el 19 Agosto 2014];71(21):1415-29.  Disponible en: http://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/15287390802328630#tabModule



Brusick D, Borzelleca JF, Gallo M, Williams G, Kille J, et. al. Expert panel report on a study of Splenda in male rats.  Regul Toxicol Pharmaco. .[Revista en internet]  Oct 2009 [Citado 21 Ago 2014] 55(1):6-12. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19567260



Qing Yang. Gain weight by “going diet?” Artificial sweeteners and the neurobiology of sugar cravings. The Yale Journal of Biology and Medicine.[Revista en internet]  Jun 2010 [Citado el 19 Agosto 2014]; 83(2):101-108 Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2892765/  



Pepino, M. Y.; Tiemann, C. D.; Patterson, B. W.; Wice, B. M.; Klein, S. (2013). "Sucralose Affects Glycemic and Hormonal Responses to an Oral Glucose Load". Diabetes Care 36 (9): 2530–5. http://care.diabetesjournals.org/content/36/9/2530



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