Independientemente de la zona donde viva, el idioma que hable o su edad, el estilo de dieta (y con esto me refiero al tipo de alimentos consumidos en cuanto a calidad y no a la cantidad de calorías que complementa el nutricionista en la consulta) comprobado científicamente por estudios para la prevención de lo que algunos estudiosos llaman recientemente “
cardiodiabesity”; enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad y
síndrome metabólico ; es el estilo mediterráneo. También estudios la relacionan con menor incidencia de enfermedades neuro-degenerativas y algunos tipos de cáncer (como colon y mama que son de lo más comunes). Estudios recientes también recomiendan el estilo mediterráneo para tratar el
hígado graso no alcohólico. E incluso se ha relacionado con reducir el riesgo de padecer asma y disfunción eréctil.
Dado que las frutas, verduras y frutos secos, componentes clave de la dieta mediterránea, son conocidos por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, se han relacionado con efectos antienvejecimiento comprobados en estudios por alargamiento o elongación de los telómeros del ADN; el acortamiento de dicho componente en nuestros cromosomas se relaciona con menor expectativa de vida y riesgo aumentado de padecer enfermedades crónicas.
A continuación presentaré la pirámide y la descripción de los tipos de alimentos que la conforman según dos estudios recientes.
Componentes del estilo mediterráneo:
- Aceite de oliva extra virgen: diariamente para cocción y aderezos. (El aceite que le sigue en propiedades beneficiosas que se consume en América es el aceite de canola y en Europa el de Colza).
- Vegetales: 2 o más porciones al día; al menos 1 de ellas crudas. Se menciona hasta 6 porciones de vegetales al día incluyendo hierbas para infusiones naturales frías, calientes o adicionadas a otro tipo de bebidas o de contornos.
- Frutas frescas: 2 a 3 porciones al día que permite la inclusión de jugos de frutas naturales (en menor proporción lo recomendamos los nutricionistas porque la fibra se rompe en la licuadora y las propiedades de ésta se alteran).
- Legumbres (granos): 3 o más porciones de a la semana. Ciertamente dicho estilo por ser europeo no contempla los tubérculos que son oriundos de Suramérica como: batata, ñame, ocumo o yuca, pero pudiésemos incluirlos en esta frecuencia.
- Pescados y mariscos: 3 o más porciones a la semana (de las cuales 1 porción debe ser pescado de agua profunda o azul rico en omega 3 como salmón, trucha, atún fresco, sardina, caballa, arenque, bagre o cachama para aclarar a los tipos de pescado azules consumibles en Venezuela). Incluso hasta 5 o 6 porciones de productos del mar a la semana son aceptables.
- Frutos secos o semillas crudos sin sal: 3 a 4 porciones semanales (la porción de frutos secos es similar a lo que cabe en el centro de la mano es, es decir, mucho menor a un puño). Con respecto al tipo de frutos secos se toma en cuenta la evidencia científica donde la nuez por ser más rica en ácido alfa- linolénico protege más el sistema cardiovascular por lo cual su proporción respecto a las otras dos apoyadas; almendras y avellanas debe ser mayor; el ideal recomendado entonces son 30gramos de los cuales: 15g nueces + 7.5g de avellanas + 7.5g de almendras.
- Carnes rojas: limitarlas (habiendo removido la grasa visible primero) así como también el jamón curado, quesos grasosos o curados de 0 a 1 vez por semana prefiriendo pollo sin piel, conejo o pavo (hasta 4 veces por semana).
- Cocinar regularmente (2 o más veces por semana) con ajo, cebolla y tomate añadiendo o no hierbas aromáticas a los arroces, pasta, vegetales u otros platos. Dicha salsa se hace sumergiendo en aceite de oliva los ingredientes mencionados (picados). El ajo y la cebolla contienen el fitoquímico allicina que puede tener beneficio cardio-protector y ayudar en la función visual (ojos). Por otra parte el tomate protege sus sistema cardiovascular reduciendo el daño oxidativo celular y mejorando la funcionalidad del llamado colesterol bueno HDL.
- Alimentos a evitar: cremas, manteca, mantequilla, margarina, carnes frías, paté, pato, bebidas azucaradas o carbonatadas, productos de pastelería industriales, pasteles, postres industriales, papas fritas o chips, tortas y dulces pre-empacados (hechos fuera de casa); por lo tanto dulces caseros hasta 3 veces por semana en cantidad pequeña podría aceptarse.
- Aceitunas: hasta 3 a 4 raciones por semana.
- Lácteos bajos en grasa: hasta 2 porciones al día. Quesos y yogurt mayormente. El yogurt con tiene las bacterias lácticas que proporcionan los beneficios probióticos, incluyendo la mejora de la motilidad gastrointestinal y del tropismo inmunológico. El consumo de yogur constante podría inducir cambios favorables en la microflora intestinal y puede tener un efecto positivo en el riesgo de cáncer de colon.
- Papas: (horneadas, hervidas o al vapor) hasta 3 veces por semana. ** Los europeos no producen verduras que nosotros consumimos y producimos en América como ocumo, ñame, yuca, apio y batata, ni plátano (pintón o verde preferible) por eso no se refleja en esta lista, sin embargo pueden consumirse en moderación contando como carbohidratos en este grupo evitando las frituras mayormente y son mejores desde el punto de vista de índice y carga glicémica que la papa).
- Cereales integrales: pasta, panes, arroz integral, etc.: hasta 8 porciones al día (depende de edad, genero, composición corporal).
- Chocolate oscuro (mayor a 50% de pureza): en moderación. Contiene un fitoquímico la procianidina que es beneficioso para la salud.
- Alcaparras: en moderación, se relacionan con propiedades antihipertensivas y terapéuticas para el reumatismo debido a que contiene flavonoides.
- Huevos enteros: hasta 3 porciones por semana.
- Consumo de licor: vino únicamente. Para bebedores usuales de 1 a 3 copas de máximo 300ml y para ocasionales 1 copa al día durante la comida de 150ml en hombres y 100ml en mujeres. Se hace la acotación de que el vino tinto es el que contiene el compuesto fitoquímico resveratrol con propiedades benéficas para la salud antioxidante, anti-angiogénica (protege los vasos sanguíneos) y anticancerosa.
- Actividad física diaria.
- Agua: mínimo 6 vasos (un vaso =240ml); depende del peso corporal y la tasa de sudoración durante el ejercicio el cálculo exacto.
- Aguacate: vale acotar que no se incluye porque no es oriundo de Europa pero puede incluirse frecuentemente en su menú debido a ser una grasa saludable; rica en grasas mono-insaturadas (omega 9), el llamado ácido oléico.
- Especias: Las hierbas y especias se usan habitualmente para sazonar en este estilo de dieta y reducen el uso de sal para condimentar y también tienen propiedades benéficas para la salud.
Esta información debería de ser complementada con la
consulta nutricional debido a que allí se le calcula la cantidad de calorías y porciones diarias por grupos de alimentos de acuerdo a su objetivo de pérdida de grasa o
masa corporal o ganancia, así como mantenimiento y resolución de dudas sobres mitos en nutrición; lo que se llama educación nutricional complementaria a la ofrecida en este artículo.
Referencias:
Abenavoli L, Milic N, Peta V, Alfieri F. Alimentary regimen in non-alcoholic fatty liver disease: Mediterranean diet. World J Gastroenterol. 7 Dic. 2014 Dec ;20(45):16831-16840. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4258553/figure/F2/
Cros B. M, Funf T. T., Prescott J., Julin B., et al. Mediterranean diet and telomere length in Nurses’ Health Study: population based cohort study. BMJ. 2 Dic. 2014; 349: g6674. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4252824/
Estruch R et al. Primary prevention of cardiovascular disease with Mediterranean diet”. The new england journal of medicine. 2013. Disponible en: http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1200303
Fernández G.E, Rico C.L, Rosgaard N, Estruch R, et. al. Mediterranean Diet and Cardiodiabesity: A Review. Nutrients. Sep 2014; 6(9): 3474–3500. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4179172/
Paniagua. A MUFA-Rich Diet Improves Posprandial Glucose, Lipid and GLP-1 Responses in Insulin-Resistant Subjects. JACN. 2007. 6(5): 434-444Disponible en: https://www.zotero.org/groups/nutrition_phd_julie_courraud_2013/items/itemKey/9BNTT5I4
Rossi T, Gallo C, Bassani B, Canali S, et. al. Drink your prevention: beverages with cancer preventive phytochemicals. Med Wewn. 23 Dic. 2014;124(12):713-22. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25490889
Vilahur G, Cubedo J, Padró T, Casaní L. Intake of cooked tomato sauce preserves coronary endothelial function and improves apolipoprotein A-I and apolipoprotein J protein profile in high-density lipoproteins. Transl Res. 25 Nov 2014; 1931-5244(14)00420-4. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25514506
Widmer RJ, Flammer AJ, Lerman RO, Lerman A. The Mediterranean Diet, its Components, and Cardiovascular Disease. Am J Med. 15 Oct 2014; S0002-9343(14)00913-9. Disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25447615